miércoles, 18 de junio de 2008

MEDIDAS CONTRA LA DEFLACION

Para enfrentar la deflación se puede recurrir a la política monetaria y fiscal.

Política monetaria: Una de las formas de hacer frente a la deflación es disminuir el valor del dinero, para lo cual se debe colocar más dinero (Moneda) en circulación, complementado con la disminución de la tasa de interés, lo cual incentiva el crédito de consumo y de inversión, reactivando de esta forma la demanda.

Al disminuir la tasa de interés, ya no es rentable tener la plata en las entidades financieras, por lo que la gente preferirá invertirla o gastarla. Esta circunstancia puede ser aprovechada por los inversionistas para expandir sus empresas, algo que por las consecuencias de la deflación es difícil, pero que buscando nuevos mercados se puede llevar a cabo.


La política fiscal: supone un aumento del gasto público, una reducción de los impuestos y aumento de las transferencias. En el primer caso, se intenta suplir la ausencia de demanda del sector privado con la del sector público, quien a la vez se convierte en un generador importante de empleo, lo cual resulta muy atractivo, puesto que el desempleo es una de las causas directas de la deflación. En el segundo caso, la reducción de impuestos supone más dinero para gastar en manos privadas, y un incentivo al consumo, pero a la vez menor dinero en manos del estado, y si no tiene suficiente dinero, difícilmente podrá impulsar la demanda mediante el consumo publico, por lo que si se inclina por el primer caso también, deberá financiar el incremento del gasto publico con endeudamiento.

El incremento de las transferencias, es un intento por descentralizar el consumo público, puesto que las transferencias se realizan a las diferentes entidades descentralizadas domo los departamentos, municipios y distritos.


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